Leemos "Las siete muertes del Gato". Y ya desde el primer capítulo nos encontramos con la realidad de un muchacgo cercado por el alcohol y las drogas, fan de Jim Morrison y amigo de sus amigos hasta más allá de la médula.
SOY UN FIRME DEFENSOR DE LA ESCUELA PÚBLICA Y LAICA. LA ESCUELA PÚBLICA ES UN PILAR FUNDAMENTAL DEL ESTADO DE DERECHO, DE LA DEMOCRACIA. ESTE BLOG ES UN ESPEJO DE NUESTRAS CLASES -COMO DECÍA DON ANTONIO MACHADO-. EN ELLAS "NADIE ES MÁS QUE NADIE". GALEANO, CORTÁZAR, FERRER I GUARDIA, Mª TERESA LEÓN, Mª ZAMBRANO, MAKARENKO, CLARA CAMPOAMOR, HEGEL, EL KRAUSISMO... GRACIAS. SALUD, REPÚBLICA, QUE VIVA LA ESCUELA PÚBLICA. FAULKNER, LA MATUTE, CHIRBES. MARTA MARTA, ALMUDENA GRANDES; LI... CUÁNTO AMOR
jueves, 31 de enero de 2008
LAS SIETE MUERTES DEL GATO:SORPRESA PRIMERA
Leemos "Las siete muertes del Gato". Y ya desde el primer capítulo nos encontramos con la realidad de un muchacgo cercado por el alcohol y las drogas, fan de Jim Morrison y amigo de sus amigos hasta más allá de la médula.
martes, 29 de enero de 2008
LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO
Con la palabra transformamos el mundo, creamos universos nuevos, construímos océanos y utopías. Con la palabra podemos derrocar las tiranías y poner cimiento a las verdades.
La palabra es la primera en ser perseguida, porque desvela, descubre, advierte. La palabra fue la que llevó al exilio o la muerte a los mejores escritores espamñoles. Tambié n a los maestros y maestras de la II República española -claro-.republicanos.
Contra la infame dictadura de aquel tirano de nombre Franco, brillaron con fulgor las palabras de Rafael Alberti, María Teresa León, Luis Cernuda, Max Aub, José Bergamín, Pedro Salinas, León Felipe, María Zambrano, Rosa Chacel y otros nombres que conformaban la “Edad de Plata” de las Letras españolas. Una época única, de una ilusión indescriptible, masacrada por el fascismo...
... La palabra que toma partido hasta mancharse, que se implica más allá del límite. La palabra que acusa y subvierte. La palabra que no es un rito burgués.
"Porque vivimos a golpes/porque apenas si nos dejan decir /que somos quien somos,/nuestros cantares no pueden ser/sin pecado un adorno./
Estamos tocando el fondo/Estamos tocando el fondo./
Maldigo la poesía concebida/como un lujo cultural por los neutrales/que lavándose las manos/se desentienden y evaden./Maldigo la poesía del que no toma partido./Partido hasta mancharse.
Es esta mi visión de la Literatura y de un poeta que admiro por encima de todo. Hace años escribí sobre Celaya. Hablé de su vida y su obra, elegí un poema suyo, lo comenté y luego hable de mi. Ese trabajo que aquí tienes tú. En esta dirección tienes el resultado. Si te sirviera de guía...
JESÚS ÁNGEL REMACHA
lunes, 28 de enero de 2008
EL NAUFRAGIO DE PLINIO
Empiezo a nacer. Alguien a quien llaman comadrona, tira de mi cabeza con mucha fuerza. Me hace daño. Un señor con una bata blanca dice algo que no entiendo: fórceps. Todo el mundo está nervioso y grita. No sé que pasa. Noto que me ahogo. Un señor que me tiene en brazos, dice con voz asustada. Sangre. Y me estrecha contra él.
Dicen que me muero. Que no hay nada que hacer. En mi cara caen gotitas de agua salada. Me bautizan. Cierro los ojos cansado de tanto esfuerzo. Me echan agua por la cabeza y murmuran un nombre: Jesús Ángel.
Parece el naufragio definitivo antes de nacer.
Ángel, mi padre, hace un intento desesperado. Tres días de continuas transfusiones de sangre y un tratamiento que me hace llorar y llorar. ¡Cuánto duele! Me desvanezco en un túnel blanco. Ángel me sigue dando su mejor sangre.
Es domingo. Primero de abril. Pascua de Resurrección. Abro los ojos. Sonrío. Mi padre que me tiene en brazos también.
NAUFRAGIO SEGUNDO. Septiembre de 1962.
Mi padre está agotado por la pandemia de tuberculosis y silencio de la posguerra. Recuerdo: de re-cordis: volver a pasar por el corazón una noche al volver a casa: un charco de sangre llenando la acera.
La ambulancia, el hospital y dos largísimo e interminables años, internado, preso en un sanatorio de Cercedilla, en lo Alto del León. Fueron años de operaciones, quirófanos y hospitales, hasta su muerte un doloroso 18 de diciembre de 1983.
(Aunque tenga su sangre dentro de mí, en las noches de invierno aún busco su voz)
NAUFRAGIO TERCERO: septiembre de 1967
Un coche me lleva interno a León. Un coche que levanta una nube de polvo, silencio y tierra. Mis amigos corren detrás. Me voy obligado por la vida. Somos ya seis hermanos. Cuando regrese cuatro años más tarde, el mundo habrá desaparecido. Vivimos en otra casa -en otro barrio, . .n otro mundo-. Ana ya no está.
NAUFRAGIO CUARTO. 25 de febrero de 1990.
Managua. Pañuelito rojinegro al cuello. Botella de ron Flor de Caña. La V entre los dedos. La noche más hermosa de la historia se torna en la más desoladora.
Las seis de la mañana me pillan llorando. –Ana (otra vez ese nombre) Pellízcame.
Hemos perdido y tenemos que empezar de nuevo.
NAUFRAGIO QUINTO. Junio de 2000. Llego a casa cansado.
NAUFRAGIO SEXTO. 11 de marzo de 2004.
RELATO DE UN NAÚFRAGO
El día era de una claridad perfecta. Salvo el fuerte oleaje producido por la brisa y la mercancía dispersa en la superficie, no había nada en ese lugar que pareciera un naufragio.
... Fue como si en ese instante hubiera despertado de un profundo sueño de un minuto. Me di cuenta de que no estaba solo en el mar. Allí, a pocos metros de distancia, mis compañeros se gritaban unos a otros, manteniéndose a flote. Rápidamente comencé a pensar. No podía nadar hacia ningún lado. Sabía que estábamos a casi 200 millas de Cartagena, pero tenía confundido el sentido de la orientación.
jueves, 17 de enero de 2008
UNA HISTORIA DE TERROR A ESTE LADO DEL ESPEJO 1
Con pinceles de cerda de jabalí, los sabedores de cosas habían pintado estos libros alumbrados y alumbradores, para que los nietos de los nietos no fueran ciegos y supieran verse y ver la historia de los suyos, la frecuencia de los eclipses, las profecías de los dioses, y para que supieran llamar a las lluvias y a las buenas cosechas de maíz.
Al centro, el inquisidor quema los libros. En torno a la hoguera inmensa castiga a los lectores. Mientras tanto, los autores, saben que la memoria no se incendia. Cuando le queman sus casitas de papel, la memoria encuentra refugio en las bocas que cantarán, por los siglos de los siglos, las danzas, los sueños, la lluvia..." EDUARDO GALEANO
miércoles, 16 de enero de 2008
LAS MUJERES TAMBIÉN EXISTEN
Lo que pretendo que escribas, yo lo escribí así: “Cuando el mar era memoria, la tierra era tan sólo, una roca desnuda” Miles, millones de años después, ya extinguidos los dinosaurios llegaron a este lugar. Recorrieron peligrosos caminos, amenazados por el hambre y el frío, y muy pronto consiguieron disfrutar de los manjares que le ofrecía la Pachamama, la madre tierra.
Prometeo, el mítico Prometeo, les entregó el fuego de las diosas y dioses y Ceres los secretos de la agricultura. Dédalo les mostró lo fácil que era volar y Ulises a desafiar a los dioses y al mar y al viento. Hombres y mujeres miraron al cielo y se hicieron preguntas y descubrieron su origen y su futuro.
Saltaron Océanos y Continentes y se fueron diseminando por toda los caminos. Y supieron de una tierra rica y protectora que les procuraba mucho más de lo que podían necesitar. Inventaron la rueda y descubrieron el ciclo de la vida que siempre se transforma. Y un día, decidieron que ya estaban cansados de vagar por el mundo y construyeron ciudades y aldeas.
Levantaron aras y templos. Y las ciudades, eran cada vez más cómodas y el cielo ya no daba respuestas y hombres y mujeres se dieron cuenta de que en ellos estaba el germen de la verdad y la vida. Y también de la muerte. “Cuando el mar era memoria, la tierra era tan sólo, una roca desnuda. "
Desde hace siglos se repite como una pesadilla inmoral y obscena una violencia sin límites contra las mujeres. Mientras gran parte de la sociedad calla y mira para otro lado sin querer hacer nada.
La muy católica y reaccionaria iglesia mantiene que el papel de la mujer está en casa y que su sufrimiento es voluntad de dios. Las leyes siguen ignorando el papel de la mujer desde el mismo origen de la historia, su dignidad, su fuerza y sus DERECHOS que hoy vuelven a pisarse del modo más innoble. Y eso que la mujer siempre ha sido la recolectora, la que lleva en su vientre la semilla de la vida
Lo que te pido es ésto: Mira a tu alrededor y lee. Mira a tu alrededor y pregunta. Que las imágenes y las ideas te entren en la conciencia, en la mirada... Después ponte a escribir imitando el ejercicio que yo he realizado. Empieza con un texto más literario y luego otro en el que denuncies eso que no te gusta. Enlazando entre los dos un estribillo que les una y haga la lectura más atractiva
JESÚS ÁNGEL REMACHA
martes, 15 de enero de 2008
ÁNGEL GÓNZÁLEZ HABLA DE LA ESPERANZA
...pero ángel, el nombre que tengo, el que tiene mi padre -ya muerto, ya siempre vivo- ... el que tiene nuestro poeta preferido me inunda. Pone un rictus de tristeza y rebeldía en mis labios y no cejo de llorar.
Lo bueno de leer muchos libros es que uno puede vivir miles de vidas, viajar a lugares imposibles una y otra vez, tener miles de amantes...
... lo malo de leer muchos libros es que uno puede morir muchas veces también y yo acabo de morir de nuevo.
Me asesinaron junto a Lorca en el Barranco de Viznar. Fui compañero de celda en la cárcel de Alicante con Miguel Hernández. Y casi en el mismo día dos de mis amores -mi padre, al amanecer, y mi cronopio favorito, Cortázar- decidieron que ya estaban hartos de vivir. (A Julio se le había muerto de cáncer, su Carol)
llevo varios días leyendo poesía sin consuelo
Ángel González es como un milagro. Mis alumnas abren los ojos cuando les hablo de él. Siempre que pienso en ti, pienso en Ángel González. Cuando leo o escucho a nuestro poeta, Li, vuelas a mi encuentro.
Mirian, Elena, Celia, Desirée, Eva... lo advierten. Tengo curiosidad por saber quien es Lidia -me dicen.
¿Sabes?, cuando apenas tenía catorce años, mi padre me regaló un libro en el que venían algunos poemas suyos -también estaban Celaya, José Hierro, Blas de Oterfo- y hoy, y esta noche, y ayer y mañana con los recuerdos confundidos he vuelto a leerlo. .
Recito sus poemas como sonámbulo,me despierto con ellos bajo la almohada, los digo en voz alta para oirme y para que me oigas y para sentir que todos seguimos vivos. Y, al fin, como otras veces -con él-, abro una botella de güisqui, suena y canto el Himno de Riego -¿a quien le extraña que sea republicano- , pienso en ti y te pienso. PLINIO.
miércoles, 2 de enero de 2008
UNA HISTORIA DE TERROR AL OTRO LADO DEL ESPEJO
LA PROPUESTA, es que escribas un frenesí gótico. Para ello sólo tienes que tomar algunos de los nombres, los personajes, los elementos, los espacios o los espectros que te he señalado. Mientras yo leeré uno de mis relatos preferidos El castillo de Leixlip de Charles Robert Maturin.
Feliz escalofrío. JESÚS ÁNGEL REMACHA
LOS LIBROS SON PERJUDICIALES PARA LA SALUD
Aquel fue el primer error de la noche y el último de mi vida. Nunca debí haber abierto aquel libro, ni comenzado a leer aquella historia. Se titulaba “EL CLÉRIGO MALVADO” y trataba de un alquimista poseedor de un amuleto mágico con el que conseguía cuanto deseaba. ¡Qué tontería, pensé!
Aún no había terminado de pensar esto, cuando la ventana de mi cuarto se abrió violentamente.
Fuera llovía intensamente. Cerré la ventana. Me acosté y proseguí con la lectura. Pero no pude continuar leyendo: mi corazón galopaba violentamente. ERA INCAPAZ DE ENCONTRAR AQUELLA SINIESTRA LECTURA: EL CUENTO HABÍA DESAPARECIDO DEL LIBRO.
¡Imposible, razoné, intentando calmarme! Lo volví a abrir varias veces más, pero todo fue en vano, no logré encontrar el cuento, ni la primera página del libro, ni la última…
Cansado y nervioso, cerré el libro. Apagué la luz e intenté dormirme.
Lo conseguí a duras penas y a las tres en punto, me desperté sobresaltado. Todo estaba a oscuras. La tormenta había cesado y no se oía ningún ruido.
Temblando, me acurruqué entre las sábanas, sentí un espantoso escalofríó y ya no pude dormirme hasta el amanecer.
Cuando desperté, ya entrado el día, me incorporé en la cama, cogí el libro que había dejado debajo de la almohada y lo abrí.
Allí estaba el cuento de “EL CLÉRIGO MALVADO”. Entonces me reí de mis miedos de la noche anterior y me levanté dispuesto a ducharme y a tomarme un espléndido desayuno.
Ya en el cuarto de baño lancé un pavoroso grito de terror cuando me miré en el espejo. Me había transformado en un ser maléfico, de siniestra mirada: -llevaba un capuchón y un hábito marrones, como los que se describían en el libro-.
Fuera golpeaban a la puerta.
-Vamos, hermano Anselmo, es la hora tercia. Ya está preparada la hoguera. El fuego en el que arderás purificará todos tus pecados y liberará tu alma. JESÚS ÁNGEL REMACHA