lunes, 28 de abril de 2008

RETRATOS DE MUJER. MARIANA PINEDA

Fernando VII, el rey felón, el rey absolutista, el que regresó al grito de “vivan las cadenas”; el mismo que borró de un plumazo la Constitución liberal de las Cortes de Cádiz; el que fue recibido con vivas tras el levantamiento del 2 de mayo de 1808, fue el culpable de su muerte: su asesino.
Sucedió en Granada el 26 de mayo de 1831. El verdugo la subió al patíbulo y a garrote vil, la ejecutó. Su heroísmo quedó en la memoria popular como símbolo de lucha en defensa de la justicia y la libertad.
Mi abuela que también nació en Granada en 1892 me acunaba con un romance que aún tengo en la memoria: ¡Oh! Qué día tan triste en Granada, / que a las piedras hacía llorar / al ver que Marianita se muere / en cadalso por no declarar. / Marianita, sentada en su cuarto, / no paraba de considerar: / «Si Pedrosa me viera bordando la bandera de la Libertad». / Federico García Lorca, también de Granada, escribió una obra de teatro dramatizando este romance conmovedor.
Fernando VII, el rey felón, suprimió las libertades, devolvió a la iglesia y a los terratenientes sus privilegios y bajo pena de muerte prohibió cualquier manifestación contra su persona o contra sus leyes.
Miles de personas fueron llevadas al patíbulo. Las cárceles se hacinaron con hombres y mujeres, defensores de la libertad. Y las manos del rey continuaron llenándose de sangre.
Mariana Pineda, viuda y madre de dos lo que hijos, pionera de lo que hoy llamamos feminismo, se desbordó en defensa de sus ideales: hizo de correo con los exiliados de Gibraltar, gestionó pasaportes falsos para perseguidos.asistió a los presos en las cárceles…
Un día la detuvieron bordando una bandera. No es la borbónica. Es la de color morado. La favorita de los masones, la que representa la libertad… Pedrosa, juez de la causa, le ofrece el perdón si delata a sus compañeros. "Nunca una palabra indiscreta escapará de mis labios para comprometer a nadie. Me sobra firmeza de ánimo para arrostrar el trance final”
El rey felón y aquel Pilatos llamado Pedrosa, la condujeron al patíbulo y allí la ajusticiaron. Cien años después, con la llegada de la IIª República, volvería, a este país, el sentido de la Libertad y la Justicia, la reivindicación del papel de la mujer y la bandera de color morado. Hoy, Mariana Pineda, sigue siendo un símbolo para quienes defendemos los mismos ideales que ella. JESÚS ÁNGEL REMACHA

viernes, 25 de abril de 2008

POESIA DEABRIL. NO VERTE

Un día y otro día y otro día. / No verte.
Poderte ver, saber que an// das tan cerca, / que es probable el milagro de la suerte. No verte.
Y el corazón y el cálculo y la brújula, fracasando los tres. / No hay quien te acierte. / No verte.
Miércoles, jueves, viernes, / no encontrarte, / no respirar, no ser, no merecerte. / No verte. / Desesperadamente amar, amarte / y volver a nacer para quererte. / No verte.
Sí, nacer cada día. Todo es nuevo. / Nueva eres tú, mi vida, tú, mi muerte. / No verte. /
Andar a tientas (y era mediodía) / con temor infinito de romperte. / No verte.
Oír tu voz, oler tu aroma, / sueños, ay, / espejismos que el desierto invierte. / No verte. /
Pensar que tú me huyes, / me deseas, / querrías encontrarte en mí, perderte. /No verte. /
Dos barcos en la mar, ciegas las velas. / ¿Se besarán mañana sus estelas?
GERARDO DIEGO.

POESIA DE ABRIL. LA CREACION DL MUNDO

Plinio detuvo un dedo en el aire. Contuvo la respiración. Dejó que su mirada acariciara a los extraños personajes que habían llegado hasta aquella ciudad de resonancias árabes para escuchar sus viejas historias y comenzó a relatar la más hermosa historia de amor:


Hubo una vez un país pequeñito, rechiquitito. Un país que tenía la mirada ardiente como un volcán y los ojos de poeta.
Era un país pobre y olvidado. Un país del que nadie se acordaba. Un país amenazado por tiburones blancos, selvas abrasadoras y devastadores terremotos que se tragaban, día a día, la fantasía y el futuro de los hombres y mujeres que poblaban aquella tierra irrepetible.
Su mirada de poeta fue lo que la salvó del cataclismo al que parecía predestinada. Odaer y Doris, Daniel y Sergio, Ernesto y Dora María moldearon con barro y saliva, con fantasía y ternura, con agua y sangre una mariposa leve, tan leve, que nadie la prestó la más mínima atención.
Nadie podía imaginar que esta mariposa atesoraba la fuerza de mil volcanes que le habían transmitido Odaer y sus amigos. Esta mariposa, a la que llamaron memoria, provocó un terremoto tal en aquel pequeñito, rechechitito país, que logró que incontables soñadores y soñadoras de todo el mundo se lanzaran a la invención de árboles y pájaros, de sueños y palabras, de caricias y de miradas: de futuro...
Tal fue su entusiasmo que millones de criaturas supieron que estaban asistiendo maravillados a la creación de algo excepcional.
Millones de criaturas que viajaron -Manilo y Jorge, Augusto y Eduardo, Gioconda y Etelvina- hasta ese país dejándolo todo, soñándolo todo, gritando que otro mundo era posible.
Millones de personas que navegaron por las verdes aguas del Tortuguero, que se hicieron fuertes en las laderas del Momotombo. Millones de personas que se consumaron por amor en las cenizas del Masaya, que tocaron tambores de paz y rebeldía en Monimbó.
Millones de personas que, como una letanía, conjuraron las palabras de un mago-cronopio excepcional, -dicen que se llamaba Cortázar- y se hallaron atónitas en el día de la creación del mundo.

Plinio miró de nuevo a aquellos hombres y mujeres, a aquellos jóvenes radiantes que compartían aquel cálido espacio, advirtió en ellas una luz extraña, de incredulidad, que le hizo titubear un instante y prosiguió con extremada ternura: Yo estuve allí. Fue en Ocotal, y el mundo entonces se llamaba Nicaragua.
Lo que pretendo ahora es que tú me cuentes un viaje soñado o real al Paraíso. Puedes inventarte el lugar como hace Tolkien, fijarte en un hecho histórico real y participar en él, viajar a un lugar que supones mágico. Yo te he contado mi historia en Nicaragua.
El país se sacudía de encima una tiranía terrible, y muchos viajamos allí, porque tuvimos noticia de que allí se estaba creando un mundo nuevo. Y lo creamos... JESÚS ÁNGEL REMACHA

jueves, 24 de abril de 2008

POESIA DE ABRIL. UN ÄRBOL SIN HOJAS

Juan Gelman, como Celaya, sabe que la poesía es un arma cargada de futuro. El exiliado, el expulsado de su patria se pregunta que como podemos hablar de poesía cn un mundo en el que cada tres segundos muere un niño menor de 5 años muere de hambre o de pobreza.
El hombre que vio como los militares asesinaban a su hijo y a su nuera, junto a otros treinta mil argentinos nos dice que la poesía tiene que significar la perdida de lo amado. El llanto, el dolor, el desconsuelo de ver desaparecer -torturados y asesinados- a los amigos, a los compañeros de farra e ilusiones...

El hombre que luchó treinta años por recuperar a su nieta, secuestrada y entregada a los asesinos de sus padres es capaz de decirnos que nadie ha sido ni será capaz de terminar con la utopía, con los sueños de lograr una sociedad justa, libre, fraternal, democrática.
El hombre que ayer recibía el Premio Cervantes de Literatura saluda, desde el dolor de su memoria, la conciencia cívica de este país, que lucha por salvar del olvido a los fusilados, a los olvidados, a los asesinados por el franquismo.

Hay quienes vilipendian este esfuerzo de memoria. Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. El problema es que las heridas nunca fueron cerradas, permanecieron abiertas en la memoria, en el alma, en las palabras nunca dichas y en las que quedan por decir.
Juan Gelman el poeta magnífico, que nos dice que la poesía está para nombrar la realidad y para subvertirla. "¿Acaso el aire no nos sigue hablando? ¿Y el mar, la lluvia, no tienen muchas voces?" El poeta que define la poesía del modo más sencillo: "La poesía es un árbol sin hojas que da sombra". El poeta, el hombre, el abuelo, el ciudadano comprometido para quien la palabra es la vida misma. Gracias, Juan Gelman. JESÚS ÁNGEL REMACHA
En esta página, encontrarás poemas, fotografías, referencoas de este autor argentino. No te la pierdas. http://www.juangelman.com/wordpress/

martes, 22 de abril de 2008

POESIA DE ABRIL. LOS LIBROS DE MI MEMORIA.

...los libros acompañaron los días de mi infancia: aprendí a leer yo solo debajo de las faldas de una mesa camilla cuando me prohibían leer. (Entonces ya veía mal). Me acuerdo del que fue mi primer libro "Corazón" de Edmundo de Amicis.
Aún conservo este libro que mi abuela me regaló después de que un matasanos con unas tenazas que todavía duelen, me quitara unas anginas molestas. Fue mi primer libro. Lo leí con el ánimo ávido y triste. -Mi padre estaba lejos en un sanatorio-. Fue mi primer libro: una puerta abierta a un mundo fascinante, estremecedor, tierno... (Que en la España gris y pacata de Franco no estaba nada mal)
Intenté leer cuantos libros caían en mis manos. Y en casa, se fue formando mi primera biblioteca. Estaba llena de libros que me atenazaron el alma, de libros insulsos, de novelitas leves, de novelas del oeste... También de libros de misterio y aventuras: El Robinson Suizo, Emilio Salgari... . En fin, una biblioteca entrañable y numerosa que leí de cabo a rabo, o casi, a pesar de los esfuerzos familiares para que no leyera:
-No leas, Chus, que se te va a acabar la vista.

Y los curas y las monjas abundaban, las mulas dominicanas y energúmenos claretianos, en esa misma idea. Pero yo leía. Leía para transformarme y jugar a ser otro. Leía porque sabía que detrás de cada página, existía un mundo misterioso y fascinante, lleno de tantas aventuras como las que vivía en aquella barriada con un río de cangrejos y bicicletas.
Un día, al regresar de León, donde estudiaba, yo aún no era adolescente, la biblioteca entera había desaparecido. Aún siento el impacto de aquella biblioteca inmensamente blanca, tremendamente vacía... como un dolor inacabable.
Muchos años después me di cuenta de que me habían arrancado mi primera memoria. Y aún hoy la echo en falta. De algún modo, alguien, me envió al exilio... Y no fue la última vez.
Mi segunda biblioteca se empezó a formar ya en mi adolescencia. Y lo hice espoleado por la querencia impertinente de mis profesores de censurar las lecturas. Todo empezó con Julio Verne. Y aquel Un viaje a la Luna. Un libro inocente del que ellos habían arrancado varias páginas. Siguió con el encuentro de Karim y su primo abrazados -estaban vestidos- en el agua. ¡¡¡Habían censurado a Martín Vigil!!!
Y continuó con la ausencia de muchas palabras. De muchos nombres que ya entonces me sonaban. En aquellos días de los setenta, en las que los escaparates se llenaban de los libros de Pemán, Vizcaíno Casas, Uri Geller o Esther Vilar. Muchos jóvenes necesitábamos de otras palabras y las encontramos en las trastiendas de muchas librerías: de esos títulos que estaban prohibidos. De esos autores y autoras, lo más preciado de nuestras letras, que habían sido borrados...
Yo era un adolescente voraz, deseoso de aventuras, afiliado ya al Partido Comunista, lector impenitente... Si no hubiera sido por los libros que estas librerías nos suministraban no hubiamos crecido del mismo modo. Las librerías guardaban en su trastienda y en su memoria los libros escamoteados, los libros del exilio, las esplendorosas propuestas de la Institución Libre de Enseñanza...
Y seguí leyendo compulsivamente. Cada libro fue la llave que me abrió la puerta de un paraíso. Un universo fascinante. Aquñi sigo. JESÚS ÁNGEL REMACHA

lunes, 21 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. MEMORIA DEL FUEGO

“Fray Diego de Landa arroja a las llamas, uno tras otro, los libros de los mayas. El gran inquisidor maldice a Satanás y el fuego crepita y devora. Alrededor del quemadero, los herejes aullan cabeza abajo. Colgados de los pies, desollados a latigazos, los indios reciben baños de cera hirviente mientras crecen las llamaradas y crujen los libros, como quejándose.
Esta noche se convierten en ceniza ocho siglos de Literatura Maya.
En estos largos pliegos de papel de corteza, hablaban los signos y las imágenes, contaban los trabajos y los días, los sueños y las penas de un pueblo que había nacido antes de Cristo.
Con pinceles de cerda de jabalí, los sabedores de cosas habían pintado estos libros alumbrados y alumbradores, para que los nietos de los nietos no fueran ciegos y supieran verse y ver la historia de los suyos, la frecuencia de los eclipses, las profecías de los dioses, y para que supieran llamar a las lluvias y a las buenas cosechas de maíz.
Al centro, el inquisidor quema los libros. En torno a la hoguera inmensa castiga a los lectores. Mientras tanto, los autores, saben que la memoria no se incendia.
Cuando le queman sus casitas de papel, la memoria encuentra refugio en las bocas que cantarán, por los siglos de los siglos, las danzas, los sueños, la lluvia...” EDUARDO GALEANO
"Me­moria del fuego", es un monumen­tal mosaico de la historia de América Latina, a la que pertenece este fragmento que he puesto en tus manos. Desde las primeras voces de las mitologías precolombinas, (la crea­ción del mundo, los primeros hombres, la maldición de Malin­che...) hasta los ecos recientes del fin de las dictadu­ras latinoamericanas acae­cidas en los años 80: Chile, Argentina, Paraguay, Uru­­­guay, Brasil... pasando por el enfurecimiento del Momotombo -emblemático volcán nicaragüense- ante la llegada de los conquistadores españoles o la aterradora visión de la pira en la que ardieron los códices mayas, presas de la furia inquisitorial de Diego de Landa…
Pequeñas historias emotivas, rápidas, conmovedoras en las que el escritor uruguayo toma partido y se implica y obliga al lector a saber, a recordar y a implicarse también. Pequeñas historias, escritas con exquisito tacto, bien documentadas y que logran conmover, concienciar, alumbrar, como solo alumbran, conciencian o conmueven las historias vistas con los ojos del otro.

Conviértete en un sagaz reportero, observa algún hecho doloroso y reciente que haya pasado en algún lugar del mundo. Metete en el papel de cronista y cuenta lo que pasa, no con tus ojos, si no con los ojos de las victimas del suceso que trates. Puedes rendir un homenaje a las víctimas del 11M o los niños que murieron en el asalto a la escuela de Beslám. Mira las mujeres asesinadas... Piensa, escribe... JESÚS ÁNGEL REMACHA

sábado, 19 de abril de 2008

POESIA DE BRIL. EPIGRAMAS DE LA DESOLACIÓN

Un epigrama es una composición poética breve de carácter satírico o festivo. Muchos escritores desde que los griegos lo inventaran en la Grecia clásica han cultivado este género.
El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal escribió hace años un breve libro en el que alternaba epigramas de tipo amoroso con otros políticos en los que criticaba la dictadura de Anastasio Somoza.
Yo también escríbi una colección de epigramas, que titulé "Epigramas de la desalación". Imagino que sabes por qué. JESÚS ÁNGEL REMACHA

Fuiste sólo un sueño / una quimera insospechada
una imagen imprecisa, etérea. /

Apenas,
una niebla borrosa...

Desperté y no estabas. / Entonces
fuiste el Teneguía y el Momotombo, /

los cráteres de la luna
y el cañón del Colorado /

el Mitch y la extinción de los dinosaurios juntos

viernes, 18 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. ROSARIO LA DINAMITERA

Ayer murió en Madrid, Rosario la dinamitera. Una de esas mujeres hermosas, míticas, indomables, que supo vislumbrar el horror del fascismo. Su nombre brilla con el fulgor de una estrella. Y su nombre emociona, como emocionan los nombres de Pasionaria, Victoria Kent, Juana Doña o Federica Montseny.
Luchó en Somosierra contra el ejército de Franco. Y su gesta emocionó a Lister o a Miguel Hernández, que le dedicó un poema lleno de vida. Perdió un brazo en esa lucha. Pasó más años en las cárceles de Franco. Y murió soñando y luchando su viejo sueño de siempre: una España libree y republicana.
Hay un libro que tienes que leer. Hay un libro lleno de vida, inteligente, sensible, comprometido... que te emocionará. Ahí encontrarás el poema que Miguel Hernández le dedicó a Rosario.
Estas líneas son el homenaje a una mujer, a una generación espléndida, que permanecerán siempre en nuestro recuerdo, es decir, en nuestra memoria y nuestro corazón. JESÚS ÁNGEL REMACHA
Rosario dinamitera, / sobre tu mano bonita / celaba la dinamita / sus atributos de fiera. / Nadie al mirarla creyera / que había en su corazón / una desesperación, de cristales, de metralla / ansiosa de una batalla, / sedienta de una explosión. / Era tu mano derecha, / capaz de fundir leones, / la flor de las municiones / y el anhelo de la mecha./
Rosario, buena cosecha, / alta como un campanario / sembrabas al adversario / de dinamita furiosa / y era tu mano una rosa enfurecida, / Rosario. Buitrago / ha sido testigo / de la condición de rayo / de las hazañas que callo / y de la mano que digo./ ¡Bien conoció el enemigo / la mano de esta doncella, / que hoy no es mano / porque de ella, /que ni un solo dedo agita, / se prendó la dinamita /y la convirtió en estrella! /
Rosario, dinamitera, / puedes ser varón /y eres la nata de las mujeres, /la espuma de la trinchera. /Digna como una bandera / de triunfos y resplandores, / dinamiteros pastores, / vedla agitando su aliento / y dad las bombas al viento / del alma de los traidores./ MIGUEL HERNÁNDEZ

jueves, 17 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. LOS BÁRBAROS EN BAGDAD

Hace cinco años, el trío de las Azores, -Aznar, Blair y Busch- decidieron la invasión de Irak. Ayer murieron otros setenta civiles inocentes.: mujeres que compraban en un mercado, niños que iban a la colegio...

Cientos de miles de muertos, un país destruido, y unas armas de destrucción que no han aparecido.
La violencia en Irak, se ha tornado cotidiana, y apenas la prestamos atención. Un hombre con el cadáver de su hijo en brazos ya no nos causa dolor. Una mujer reventada en un mercado tampoco.
Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Por eso escribo este abecedario contra la guerra, contra todas las guerras, contra quienes la promueven también. Contra quienes las alientan. Contra los que se enriquecen con ellas. Contra Aznar también.


Apagadas las mil y una noches
Basorah, Bagdad Bombardeadas
Caínes sempiternos
Daños colaterales de destrucción y muerte
El peldaño, es el orden establecido
Fuego amigo macabro
Garrafa del diablo
Hombres, mujeres, niños carbonizados
Incubo de lava y serpientes
Jungla de navajas y volcanes nevados
Kurdistán gaseado, llorada Kerbala
Libertad vigilada Libertad
Monstruo de medusa cruzada con sabio

NO A LA GUERRA

Odiar, odiar es la orden
Pozos de petróleo
Quedó la tierra yerma y rota
Ruido metálico de la paz
Sobre la ciudad, la guerra
Tras la guerra, la muerte
Único, pensamiento único
Vergüenza, estertor, desvergüenza
Xenofobia colmada de negruras y elipsis
Y el trapecista de los sueños se balancea...
Zeta. Punto Omega. La Nada. Silencio. JESÚS ÁNGEL REMACHA.

miércoles, 16 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. QUERIDO CORTO MALTÉS

Si pudiese al menos entender por qué el amor es tan solitario, por qué nace siempre contra la realidad, entre tantos destrozos. Quererte es como llamar a la puerta de la casa donde nací, como jugar a perderme en el bosque, como contar cuentos en voz baja o disfrazarme de hada. Quererte es ver cómo amanece sobre los tejados de pizarra, es leer a tus poetas preferidos en esta habitación llena de ti, necesitar tus palabras, ponerme un jersey tuyo porque tengo frío, mirar el reloj, prepararme un café. Quererte son todas las cosas que están del otro lado de la costumbre, piedrecitas de mica. Quererte es sólo eso.
Siempre he estado hablándote aunque tú no pudieras oirme. Los últimos días de La Habana te hablaba por las calles en las que habíamos paseado juntos y por el camino del malecón y por todas partes. Me dolías en cada paso que daba, en la punta de los dedos, en el fondo del estómago. Me dueles todavía en los árboles morados de alguna plaza, en las mañanas heladas y hermosas, en la emoción que sentí cuando vi publicado mi relato del muchacho yoruba en el escaparate de una librería, en esos momentos de pura felicidad inútil, de alegría hecha trizas porque no me sirve de nada si no puedo compartiría contigo. En esas cosas me dueles, amor, en vivir, en respirar.
SUSANA FORTES. (Querido Corto Maltés)
El texto que acabas de leer es una carta que escribe Anna a F en un libro que transcurre a caballo entre Lisboa y La Habana. Es una historia hermosa que habla del amor, de la pasión de escribir, de la aventura de vivir...
Sólo que te propongo que te fijes en este texto -el amor es una conquista cotidiana- y escribas una carta parecida. JESÚS ÁNGEL REMACHA

POESÍA DE ABRIL. LA INTIMIDAD DE LA SERPIENTE

Un día como tantos otros leímos a unos de nuestros autores favoritos: Luis García Montero. El Libro fue "La intimidad de la serpiente". Él fue el culpable de que nos dedicáramos a crear poemas.
Jesús Ángel, Ramona, Sergio, Daniel, Emilio, Samuel, Javier y Elkin, nos transformamos en poetas. Abríamos una página del libro al azar. Leíamos una palabra y el verso empezaba a cobrar vida.
De una sesión de apenas una hora, interrupciones incluidas, nacieron estos versos:
El amor es el chantaje de tiempo
El amor es un licor de manzana
El amor es una extraña mano de cristales heridos
El amor es
El amor
Él

LA FELICIDAD ES
La historia de mis pobres gafas perdidas
Una joven lámpara maravillosa
Una rosa entre los malos vientos
La luz de la vida propia
Una maleta fantasma
Una noche fugaz
Aquella rosa
Amor
TU
EL DESAMOR ES
El paisaje después de la batalla
La intimidad de la serpiente
La depre de mil personas
La mala tarde y el cansancio
El desamor es
El desamor.
Coge un libro de poesía. Mira el índice. Ahora un cuaderno. Un Boli... E voilá. JESÚS ÁNGEL REMACHA

martes, 15 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. LAS TETICAS BLANCAS.



NO, MÁS.
QUE ME MATARÁS.

ESTABA LA MONJITA
EN EL MONASTERIO.
LAS TETICAS BLANCAS.
EL VELITO NEGRO.

AY, NO MÁS.
¡QUE ME MATARÁS!

FRAY DIEGO DE BADAJOZ

POESÍA DE ABRIL. LUZ DE REPÚBLICA

Nada hay tan poderoso ni tan libre como la palabra. La palabra es como la honda del rey David- decía Anatole France. La palabra tira por tierra a los violentos y derrota a los fuertes. La palabra es un arma invencible: mantiene a raya a los enemigos de la libertad, a los felones, a los tiranos...
La palabra es el único vehículo del que disponemos para convencer a los débiles, a los descreídos, a los que siempre dudan... Con la palabra transformamos el mundo, creamos universos nuevos, construimos océanos y utopías. Con la palabra podemos derrocar las tiranías y poner cimiento a las verdades.
La palabra es, siempre, la primera en ser perseguida, porque desvela, descubre, advierte... subvierte: es definitiva: transforma. La palabra exacta es siempre subversiva porque cambia radicalmente la realidad. Ese es su valor.
La palabra fue la que llevó al exilio y la muerte a los mejores escritores y escritoras españoles. A las maestras y los maestros republicanos represaliados, depurados o fusilados por el franquismo. La palabra fue también la que expulsó de sus países a una toda una pléyade de escritores y escritoras latinoamericanos.
Contra la infame dictadura, contra el fascismo del general Franco, brillaron con fulgor las palabras de Rafael Alberti, María Teresa León, Max Aub, Luis Cernuda, José Bergamín, Pedro Salinas, León Felipe, María Zambrano, Pedro Salinas, Rosa Chacel, Clara Campoamor y tantos y tantos hombres y mujeres que conformaron la “Edad de Plata” quizás la Edad de Oro de las Letras españolas.
Una época única, de una ilusión indescriptible, la época de nuestra República. Aquella de las Misiones Pedagógicas, de la Institución Libre de Enseñanza; una época preñada de quimeras y esperanzas. La época de la creación del mundo: la Belle epoque. Aquella época que fue bárbaramente masacrada por el fascismo y por el silencio cómplice de las democracias europeas. JESÚS ÁNGEL REMACHA. (De "La memoria y la palabra")

domingo, 13 de abril de 2008

POESIA DE ABRIL. LAS TRECE ROSAS.

Eran trece muchachas jóvenes. muchas de ellas menores de edad. Pertenecíaan a las Juventudes Socialistas. Era el año 1940. La Guerra Civil ya había terminado. Franco, el tirano inmisericorde, las fusiló.
Muy poco antes, cuarenta y tres muchachos de las mismas Juventudes Socialistas habían sido fusilados. El lugar: Las tapias del Cementerio del Este de Madrid. El motivo: Ser jóvenes y rojas. El asesino: Franco, Franco, Franco. Las víctimas: trece jóvenes inocentes.
Ayer, en las mismas tapias del cementerio, ellas y los más de tres mil fusilados, en ese mismo lugar, recibieron un homenaje, emotivo, cariñoso, sencillo. Miles de claveles rojos, de banderas republicanas, fotografías con los nombres de los ejecutados, fotografías sin nombre... canciones...
Viudas, hijos y nietos de quienes allí dejaron su vida.
Lecturas de poemas de Cernuda, Marcos Ana o Don Antonio Machado. Almudena Grandes, de rojo, habló de la memoria de aquellas mujeres , del exilio y del dolor, del corazón helado...
Tensión y lágrimas. Aplausos emocionados. La conciencia de que hay que seguir impulsando el futuro, la memoria de lo que puso ser, la seguridad de que más pronto que tarde, la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad serán posibles. Y España será de color morado.
Yo estuve allí. (Y me acorde de tí, Li). Y Mar también...
JÉSÚS ÁNGEL REMACHA.

sábado, 12 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. AHMED CUENTA UN CUENTO

Y Ahmed empezó a contar:
“Hubo una vez un hombre que se convirtió en voz. Un hombre que atravesó desiertos y océanos.
Un hombre que en su juventud soñó con el ardiente Sur. Un hombre que soñó con piratas e Islas del Tesoro, con princesas que abandonaban su torre de marfil y plata para ir a vivir su propia vida, con volcanes que preñaban de vida cuanto tocaban, con libros de arena en el que cada lector leía en cada página el poema que quería leer.
Hubo una vez un hombre que se convirtió en voz. Y su voz fue una palabra enamorada. Una voz que buscaba ansiosa la intimidad de la tierra. Le hubiera gustado ser diseñador de volcanes y mariposas. Tener un taller donde crear diminutos insectos con la fuerza de mil terremotos.
Y hubo una vez en la que casi conseguiste tu sueño. Lo tuviste al alcance de la mano. De hecho, moldeaste con barro y saliva, un pájaro con los colores de la sangre y de la noche. Aquel pájaro que luego fue abatido, dejándote huérfano, provocó la pasión y la ternura en quienes adivinaban su presencia.
Fue una época deslumbrante. Tú, Odaer eras joven y tenías una pasión desmedida por todo Pensaste, ingenuo de ti, que el mundo con la presencia de aquel pájaro de fuego, iba a cambiar definitivamente.
Y por un momento te pareció que iba a ser así. Aquel pájaro sembró la semilla de vida en muchos lugares. Selvas y océanos fueron preñados por aquella fuerza incontenible.
Allí encontraste soñadores y soñadoras de todo el mundo para mantener el vuelo de tu invento. Seguro que recuerdas a Aída.
Los arquitectos construyeron palacios blancos, los escritores poemas rojos, los diseñadores flores y ambrosías con as que alimentarse y seguir creciendo.
Tu pájaro de fuego continuaba exultante su camino- Y tu, pobre Odaer, creíste que lo habías conseguido.
El gigante que lo abatió hizo un movimiento levísimo de manos, y mil cazadores derribaron tu mundo y tus sueños.
Lloraste Odaer, el final de este cuento.
Lloraste esta vez y lloraste otras muchas otras, pobre Odaer. Aún crees que el amor puede salvarte y no acabas de darte cuenta que siempre ha sido tu perdición. Aún crees que Itaca existe. Y viajas como si existiera. Pensando en que Penélope te espera y tú, navegas entre cíclopes y sirenas viajando siempre hacia ella...

... El hailaquí chasqueó los dedos, Odaer cerró levemente los ojos y sintió un regusto amargo antes de estremecerse. JESÚS ÁNGEL REMACHA

viernes, 11 de abril de 2008

POESIA DE ABRIL. LA NIEBLA Y LA DONCELLA

Ahora, cuando abril empieza a temblar entre los almendros y las gotas de lluvia, retomo este camino anostalgiado. Lo hago con paso ligero y con el corazón color gris oscuro, estremecido por la desolación que encuentro a mi paso.
La niebla de la amanecida copa la ciudad, condensada, impenetrable. Ando raudo, rápido, cobijándome del frío glacial del río mientras me voy apoyando en las barandas herrumbrosas de este puente olvidado.
Me protejo contra el viento inmisericorde mientras a mi alrededor todo parece derrumbarse, como si la ciudad que ahora atravieso fuera a desvanecerse de un momento a otro. Las detonaciones y las descargas de las invisibles sirenas revientan la mañana y todo lo envuelve un estallido fantasmal que anuncia que los vientos van a cambiar de dirección.
Me protejo, aún más, contra mi mismo. Y corro desalentado hacia ninguna parte. No puedo figurarme que estés aquí. No se si sabría salvarte. Ni siquiera sé si después de esta ciudad podré continuar mi camino. Quizás sea esta ciudad la que definitivamente me lo enseñe.
Estas últimas calles, estos recovecos solitarios y agresivos, ya los últimos de esta ciudad, bombardean mi memoria, hostigan mis pasos, pretenden impedir que alargue mi camino.
Cuando salga, cerraré esta puerta a cal y canto. Sé que la tristeza y el recordis tenue de este tiempo me acompañarán largo trecho del camino. Y que ni la lectura reflejada de las mil y una noches me harán olvidar la barbarie que he visitado.

Ya acabo la ciudad. Me encuentro de golpe con la planicie de la primavera que se anuncia. Aún me estremece tu ausencia. Aún te busco. El silencio dolorido de esta pesadilla de color amargo. JESÚS ÁNGEL REMACHA. "De estancias en La Habana"

POESIA DE ABRIL.EN EL MALECÓN DE LA HABANA

Sé que vendrás despacio hasta la Plaza en la que te desespero. Que te sentarás a mi lado, sin saber que ya me has encontrado y que entonces me inclinaré para mirarte y saber que eres tú él que esperaba.
Hoy he dejado que discurriera el tiempo caminando por las calles de La Habana, dejando que me abrasaran los ecos y las voces de esta ciudad tentadora y seductora que a ratos me deja morir de inanición.
Cuando llego al Malecón, me siento de cara al mar y miro hacia el horizonte. Me duele el paso de esta isla que me ahoga y de este Atlántico inmenso que impide que yo eche a andar y vaya a buscarte.
Aún no se si has empezado tu camino, si tus pasos te traen ya hacia mi. La capacidad de resistencia se me agota. Y mi alma necesita el bálsamo que se que van a traerme tus caricias. De vez en cuando entro en La acatedral o me resguardo bajo las sombras de una ceiba gigante, para pensar en ti y que hasta mí me llegue el eco de tus palabras.
He detenido mi viaje a Itaca y me siento perdida, como Ulises, abandonado por Penélope o como Ícaro precipitándose en el estrecho del Bósforo-. Por eso he hecho un conjuro con Garcilaso, para ofrecerte los labios de m alma y enamorarte. Aún no sé si llegan hasta ti los ecos de mi voz, si continúas tu viaje a Itaca o también has renunciado. Si has sabido percibir la evocación de Garcilaso o acaso estés todavía en Venecia. JESÚS ÁNGEL REMACHA. "De Estancias en La Habana"

jueves, 10 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. CAPITAL DEL DOLOR, CAPITAL DE LA GLORIA

Oigo por la radio que están bombardeando la Capital de la Gloria. Que Madrid vuelve a ser bombardeado por la Legión Cóndor. Que los milicianos resisten el avance de Franco en la Ciudad Universitaria.
Desde el barrio obrero de los Cuatro Caminos en el que vivo, voy en un vuelo hasta la avenida de la Castellana. Muchas madres con niños pequeños de la mano intentan encontrar un lugar donde refugiarse. Niños y niñas ajenos a todo siguen jugando entre los escombros de algunos edificios.
No sé cómo encontrarte entre una multitud que huye despavorida, que intenta protegerse de los bombardeos y el pillaje. No sé como encontraré ese rostro que nunca he visto. Un rostro que imagino hermoso y apasionado.
Te imagino vestida con un mono azul, sin dar muestras de sed o cansancio, sin ceder a la fatiga o al sueño. Quizás estés salvando a un niño que grita horrorizado desde la ventana de su habitación. Quizás estés en el Museo del Prado socorriendo a las figuras del Guernika que escapan aterradas de su cuadro o protegiendo a algunas de “Las Meninas” en su huida despavorida hacia los despojos de su palacio bombardeado...
Te imagino vestida con un mono azul, cantando alegre, haciendo tu risa más esplendorosa que las bombas. Te imagino infatigable, recogiendo los pedazos de tu existencia, los libros, las fotos, los papeles que salvaguardan tu secreto, para los lagos días del camino lejano y amargo que se avecinan.
Todas las muchachas llevan un mono azul. ¿Cómo reconocerte entre ellas? JESÚS ÁNGEL REMACHA. (De "Estancias en La Habana")

miércoles, 9 de abril de 2008

POESÍA DE ABRIL. ESCRITO ESTÁ EN MI ALMA


Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo
vos sola lo escribisteis; yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto,
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.
GARCILASO DE LA VEGA

lunes, 7 de abril de 2008

POESIA DE ABRIL. MELANCOLÍA DE LA HABANA

Pablito Milanés, cantaautor cubano, escribió uno de los más hermosos poemas de amor.
Una canción hermosa de hermoso título. Conmovedora, emocionante: YOLANDA.

Yo también conocí a una Yolanda:

Aquella muchacha de rostro ajeno
a la que dos generaciones amamos
en silencio
o en alta voz alta
en la alegría desbordante
en la tristeza infinita
sigue siendo una leyenda: Yolanda.

JESÚS ÁNGEL REMACHA

domingo, 6 de abril de 2008

POESIA EN ABRIL. MADRIGALES

Fue un tarde de frutas.
Te mordí la sonrisa.
Me supo a mariposa

me supo verde.
Si hablas,
el relámpago
saludara los pinos.
Si callas,

la mirada
te abrirá los ojos
Si ríes,

la luna,
se tornará esmeralda.
TOMÄS BORGE




sábado, 5 de abril de 2008

POESIA EN ABRIL. LUZ DE REPÚBLICA

"LA PRIMAVERA HA VENIDO

DEL BRAZO DE UN CAPITÁN.

NIÑAS CANTAD A CORO:

¡VIVA FERMÍN GALÁN!"


DON ANTONIO MACHADO

POESIA EN ABRIL. EL CRIMEN FUE EN GRANADA

MUCHAS COSAS SABES YA DE LORCA. HEMOS LEÍDO SU POESÍA Y SUS OBRAS DE TEATRO. TAMBIÉN "MARIANA PINEDA" DE LA QUE NADIE QUIERE HABLAR. LEÍMOS LA "ANGUSTIA CUARTA" DE NICOLÁS GUILLÉN Y "EL CRIMEN FUE EN GRANADA" DE DON ANTONIO MACHADO.
COMO ERES MUY INTELIGENTE Y ABRIL MUY MORADO. TE DEJO ESTE POEMA SUYO. NO HACE FALTA QUE TE EXPLIQUE SU SIGNIFICADO.
"SI TU PADRE QUIERE UN REY
LA BARAJA TIENE CUATRO
REY DE OROS, REY DE COPAS
REY DE ESPADAS Y REY DE BASTOS".

SÓLO FALTAN NUEVE DÍAS PARA UN NUEVO CATORCE DE ABRIL. SIGUE LEYENDO Y ESCRIBIENDO ESAS COSAS QUE TÚ SABES. JESÚS ÁNGEL REMACHA.

viernes, 4 de abril de 2008

POESÍA EN ABRIL. ¿QUIÉN NOS ROBÓ LAS ESTRELLAS?

Los niños de Extremadura / van descalzos. / ¿Quién les robó los zapatos? . Les hiere el calor y el frío. / ¿Quién les rompió los vestidos? . La lluvia / les moja el suelo y la cama. / ¿Quién les derribó la casa? . No saben / los nombres de las estrellas. / ¿Quién les cerró las escuelas? Los niños de Extremadura / son serios. / ¿Quién fue el ladrón de los juegos? RAFAEL ALBERTI
Ana María Matute la autora de “Olvidado Rey Gudú” o “El verdadero final de la Bella Durmiente” defiende que la literatura es compro­miso. Es decir, que cuando un escritor escribe debe ponerse de parte de los que nada tienen. Que no puede estar de espaldas a la realidad. Yo opino igual.
También lo dijo Cesare Pavese, allá en los sesenta, cuando los estudiantes de toda Europa, levantaban los adoquines de las ciudades, para constatar que debajo de ellos estaba la playa, la arena de la playa. “La literatura es la defensa contra las ofensas de la vida”.
Saramago, el noble y excelente escritor portugués Premio Nobel de Literatura a quien ya conoces, también se hace esta pregunta, sobre el papel moral del escritor. Y no tiene ninguna duda al respecto.
Rafael Alberti el autor, escribió esa poesía a comienzos de los años 30. En España florecía la república que comenzaba a abrir las escuelas que la corrupta monarquía de Alfonso XIII había cerrado. Fíjate con que sencillez denuncia algo que al autor gaditano le parece injusto. Con un lenguaje sencillo y directo, sin adjetivos va clavando una y otra vez la idea de que algo injusto está sucediendo. Pasa revista a cosas tan cotidianas, que casi no les damos importancia: Los vestidos, los zapatos, la cama, la casa, las escuelas.
Observa también esa metáfora tan hermosa: las escuelas y las estrellas.
La propuesta que te hago es que pienses en las cosas que tienes y que hacen tu día a día más cómodo. Abrir el grifo, un armario lleno de ropa, un frigorífico lleno… Algo cotidiano a lo que no le das ninguna importancia, pero que, si te paras a pensarlo realmente, resulta mágico.
Después intenta construir un texto poético como el de Alberti. Con esa aliteración que lo hace más hermoso, todavía, si cabe. ¿Qué cosas piensas que debieran tener todos los niños y niñas del mundo? No vale ese chiste fácil de que suprimirías las escuelas. Conciencia, amigo, conciencia.
JESÚS ÁNGEL REMACHA

POESIA EN ABRIL. LA VIDA FUE EN GRANADA.



Dale limosna mujer
que en la vida mayor no hay nada
que la pena
de ser ciego en Granada.

jueves, 3 de abril de 2008

AMARANTA EN LOS LABIOS DE ZAINAB -2-

... Jashiba detuvo su dedo en el aire. Contempló los rostros asombrados de quienes le escuchaban y contuvo el aliento. Nadie pidió silencio esta vez. Movió la mano trazando enigmáticas figuras en el aire y continuó:
-“Zaibad atesoraba en su memoria palabras e imágenes que había guardado celosamente desde su niñez. Sus manos aún se incendiaban con las palabras que su abuela materna le había regalado y con la sabiduría de los libros de aquella biblioteca ya desaparecida.
Vestía una túnica roja. Su pelo era tan negro y su mirada tan profunda que me hizo temblar. Me ardió la piel. Zainab tomo entre sus manos un libro antiguo que llamó poderosamente mi atención. Era un libro diminuto, que pasaba casi desapercibido en aquel mar de legajos, objetos extrañísimos, vitrinas repletas de dioses y brujas colgando de las paredes y toda suerte de amuletos y astrolabios.
Zainab tomo aquel libro que casi se deshacía entre sus manos, lo abrió con veneración y comenzó a declarar con una voz quejumbrosa, sonámbula, casi inaudible: “Vengo movido por mi sangre, / Por su mirada. / Vengo orientado por su lengua, por mi sed. / Todos los días me visto de vientos, / de miradas, de deseos, / y cuando me escuchan / de todo me desvisto. / Soy tan sólo el aire de lo quer cuento. / Una voz sonámbula. / Una voz que busca enamorada / la intimidad de la tierra."
...
JESÚS ÁNGEL REMACHA

miércoles, 2 de abril de 2008

AMARANTA Y JAMED -1-

Jashiba detuvo su dedo en el aire. Exigió silencio y comenzó a relatar la más extraordinaria historia de amor.
“Vengo allende los mares, del país del fuego y la nieve. De un país fascinante en el que la media luna, el sol naciente y la estrella de David convivieron a través de los siglos.”
“Vengo de un país luchador y heroico que luchó en mil batallas y volvió a renacer otras mil veces de su sangre y sus cenizas. Un país que guarda en su memoria, la memoria de cuántos pueblos preñaron su tierra”

Allí conocí esta historia. Es una historia triste, tan triste como el hombre que desde hace siglos cargaba con ella. Yo le conocí. Me impresionaron sus ojos y su alma tristes.
Jamed me habló si hablarme de ella. Y yo acabé turbada por la hondura de su melancolía. De sus lágrimas y sus silencios, conocí una historia. Esta: “De cómo Jamed conoció Amaranta”.
-“Fue una noche de verano. Ella me miró desde el fondo de sus ojos verdes –me dijo Jamed y supe que ya estaba perdido para siempre”.
Apenas sí conseguí arrancarle más palabras que éstas que repetía como una obsesión. Durante semanas, meses… le perseguí inútilmente. Vigilé su sueño sin que él lo supiera, le convidé a beber largos tragos de vino y ron, sin conseguir que se emborrachara y se lanzara a contarme su historia.
-“Una vez conocí a Amaranta”…
Le obsequié con veladas íntimas, con palabras ardientes y sonrisas seductoras. Le preparé sus platos preferidos y amándole le ayudé a viajar a los lugares que siempre había soñado visitar.
-“Una vez conocí a Amaranta –me decía una y otra vez volviendo a su silencio.
Le narré los relatos de la fundación de Mogador, la asombrosa ciudad del desierto que tanto le fascinaba. Le conté el aroma de sus jardines. Y le regalé la memoria de todos los viajeros que habían cantado a aquella ciudad rosa del desierto.
-“Una vez conocí a Amaranta” –repetía obstinadamente una y otra vez.
Vigilé sus sueños y vigilias y llegué a convertir su cuerpo en un jardín. También le regalé el jardín de mi cuerpo. Hice como que le entregaba el alma. Pero aquel hombre melancólico que tenía los ojos de lluvia era incapaz de pronunciar ninguna otra palabra. Recordé entonces a mi abuela, de la que sólo conocí los ojos y las manos. Recordé una palabra, un nombre mágico. Una ciudad: Ez-Rachidia.
En aquella ciudad de arena blanca, vivía Zainab. A ella, cabalista excepcional y experta en las artes de la nigromancia, acudían viajeros curiosos en busca de una pócima o una oración para sus almas atormentadas, algún ungüento para sus heridas incurables, alguna palabra alentadora para seguir el camino… y conquistar así a la persona amada.
A ella acudí. A ella. Con la esperanza quebrada. Sabedora de que sólo ella poseía la llave que me desvelaría la puerta de su misterio.
Y así fue.
JESÚS ÁNGEL REMACHA